
Participaron vecinos de la reducción. Forma parte de un plan más vasto. Un equipo de profesionales misioneros investigó y postuló su proyecto, que será expuesto en un foro internacional, en París, a fin de año
Tangible. | Es el primer elemento que permite “palpar” al visitante la historicidad de las misiones jesuíticas. |
El equipo de investigación de la Unam (Universidad Nacional de Misiones) ha desarrollado el proyecto de planificación interpretativa en el centro de visitantes de Santa María La Mayor, que consistió en la escenificación de la imprenta de las misiones jesuíticas. Constituye la continuación del trabajo que el equipo desarrolla en el área de las misiones de Santos Mártires del Japón y Santa María la Mayor, desde el 2001, es decir hace una década.
El Territorio entrevistó a integrantes del equipo técnico en el gabinete de investigación, en esta ciudad.
¿Cuál es el objetivo del proyecto?
La intención con estas acciones de “transferencia y extensión” es generar un proceso de apropiación por parte de la comunidad local, y sinergias en el radio de influencia del territorio de las misiones jesuíticas uruguayenses, ubicadas en proximidad a ese río. Ese territorio se diferencia identitariamente, y en muchos otros aspectos, de las ubicadas sobre el río Paraná.
¿Cómo se financió?
El proyecto se realizó a través del financiamiento y auspicio de la Aecid (Agencia española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) y el Gobierno de Misiones, a través del programa Misiones Jesuíticas entre 2009/2010, y el programa de fortalecimiento de la extensión universitaria de la Unam.
¿Quiénes integran el equipo?
El equipo está formado por las investigadoras Graciela Cambas, Graciela Gayetzky de Kuna, Beatriz Rivero, Cristina Ferreyra y Malena Monferrer, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam quienes estuvieron a cargo de la investigación y formulación del proyecto presentado ante Aecid. A través de un proyecto de extensión se integraron especialistas de la Facultad de Artes a cargo de la investigadora Rita Bulffe. El financiamiento de la Aecid permitió además de solventar los gastos de la instalación, contar con profesionales del medio local como el arquitecto Juan Curti y la artista plástica Cristina Solís. El personal del Programa Misiones jesuíticas se involucró activamente en la tarea y posteriormente fueron capacitados para la atención y el mantenimiento de la sala. La tarea interpretativa, in situ, está a cargo de la guía turística Carolina Gross.
¿Cuál fue el programa del proyecto?
La investigación previa, hasta llegar al concepto expositivo, consistió en el análisis de archivos, documentos y diversas fuentes ya realizado por el equipo desde 2001.
Maquetas de máquina y libros
Un párrafo aparte merece la investigación para la elaboración de maquetas, ya que tanto la imprenta como los libros impresos en las misiones se encuentran actualmente en la Capital Federal. Allí se realizaron los registros fotográficos de la réplica realizada en 1942 por G. Furlong y R. Levene, y de los libros que atesora el Fondo antiguo del Colegio del Salvador, tarea a cargo de la representante y auxiliar de investigación, Susana Halperín (UBA).
A partir de las fotografías el equipo de la Facultad de Artes de Oberá generó los papeles artesanales y las maquetas de los libros que se exponen.
¿Participaron vecinos?
Es uno de los objetivos perseguidos: beneficiar e involucrar a la población aledaña a la misión. Se incorporó la mano de obra para realizar la maqueta de la imprenta (que fue construida por un carpintero local a partir de los bocetos y dibujos que se le proporcionó).
¿Cómo recrearon el taller?
Para motivar al visitante a profundizar sus conocimientos acerca de la imprenta, la enfocamos desde la mirada femenina de la artista francesa Leonie Matthis (1883-1952 ) a través de un pequeño cuadro (60X35) que refleja lo que podría haber sido el ámbito en el que se desarrolló el primer proyecto imprentero en nuestro país. Nos pareció importante incorporar el tratamiento que aporta la mujer en su condición de artista del siglo XX. En el universo masculino de las letras, que explican los detalles sobre escribir e imprimir, es una mujer quien ilumina la mente con esta aguada detallista que retrata una jornada en el taller de la imprenta misionera.
¿Por qué el taller es ocre?
Otro de los pensamientos que guiaron la puesta en escena, fue la búsqueda del efecto de inmersión en la obra; la idea de que se ingresara al espacio expositivo como si fuera un libro antiguo abierto, para invitar al visitante a formar parte de la puesta presentada y de esta manera involucrarlo, introduciéndolo en esa característica cronotópica. Ello se logró a partir del color general utilizado, un ocre similar a las hojas antiguas de un libro; el oscurecimiento del ambiente, impidiendo la entrada de sol, y una iluminación suave que permitiera la ensoñación, generan la ambientación pretendida. En contraste, los paneles informativos divididos en tres, son claros y fuertemente iluminados.
¿Qué indican los paneles?
El primero informa sobre el proyecto, el segundo sobre los materiales utilizados en la imprenta (la tinta, los tipos y el papel) y el último, sobre los protagonistas, los libros y sus autores.
Se oye música de época...
Al encender la luz en el espacio museal comienza a escucharse música de las misiones compuesta por Doménico Zípoli.
La muestra se desarrolla a lo largo de tres espacios: la entrada con la Introducción; el espacio para la mirada desde la altura del balcón, y la circulación a lo largo de la escenificación que permite observarla desde distintos ángulos, el recorrido lineal y la visualización de los paneles.
¿Por qué la imprenta es de dos tonos?
La puesta, con fines didácticos, comprende el rubro llamado “Educación no formal” como parte del concepto interpretativo; del cuerpo principal se separan las partes componentes de la imprenta: en oscuro la estructura de soporte, realizada en madera dura y de gran escuadría, y en claro la máquina, es decir la palanca horizontal, el eje helicoidal, la platina sostenida por cadenas de hierro, y la mesa que avanza y retrocede, y a su vez soporta mediante bisagras el pliego de papel a imprimir.
¿Cómo funcionaba?
En la parte móvil horizontal se prensaba el papel, dejando la cara a imprimir al descubierto, y en la base se organizaban y entintaban los tipos, luego se rebatía la parte móvil (mediante bisagras) que corría horizontalmente hasta ubicarse debajo de la prensa, se le daba media vuelta para bajarla y prensar, imprimiendo la hoja.
¿Incorporaron otros muebles?
Sí. Un escritorio con estante, en donde se organizaban los tipos en familias. Sobre él están las “muñecas”, especies de almohadillas que servían para entintar los tipos. En esta mesa de trabajo se organizaban las cuartillas para coserlas y unirlas luego a la tapa protectora. Un escritorio doble, para el retoque de lo impreso con los otros colores de tintas. Hay estantes con vasijas de cerámica de las tintas de colores (desarrolladas en las misiones). Pueden verse papeles artesanales de talleres locales y 30 prácticas académicas. Los papeles, escasos e irregulares, representan la dificultad de su obtención, ya que estaba regulado por Europa, habiéndose prohibido su fabricación local.
Hay maquetas de libros...
Son siete maquetas de libros impresos en las misiones. También se pueden ver dos veleros con sus velas correspondientes, en consonancia con las dos velas tipo leds ubicadas en los artefactos de iluminación en el muro norte. Vasijas de barro para las tints, cuatro taburetes, trapos y bolsas de telas bastas, utilizados en limpieza, canastos y tiestos de tacuapí y güembé de factura guaraní, y un arcón antiguo ubicado.
La impresión del visitante
¿Qué idea se llevan los visitantes?
El discurso comunicativo que elegimos pretende instalar en el visitante la idea nunca lineal de que la imprenta de las misiones tuvo sus avatares sociales y políticos, que los sujetos protagonistas eran científicos, emprendedores, artistas e intelectuales. El conjunto coordinado de recursos de diferente alcance y complejidad se combina en el espacio expositivo para atender a la eficacia del proyecto y generar más allá de un simple entretenimiento intelectual: la imprenta de las misiones en acto.
¿Qué otra misión les espera?
Viajar. Porque esto es básicamente la sustancia del tema de la ponencia Puesta en valor del patrimonio de Santa María La Mayor. Escenificación de la imprenta en el Río de la Plata que presentamos para el Simposio Científico que se realizará en Unesco, París, del 27 de noviembre al 2 de diciembre de este año, en el marco de la Asamblea Internacional del Consejo Mundial de Monumentos y Sitios, y nuestro trabajo fue seleccionado junto a catorce más, entre 500 ponencias internacionales presentadas.
Investigadores, artistas y técnicos
Idea, guión, textos y conceptos de montaje: G. Cambas, G. de Kuna, B. Rivero y M.Monferrer Vigil
Planos y dirección de obra: J. CurtiIluminación y sonido N. Zulpo y M. Antonio
Diseño gráfico: Tito Segovia y José Luis Prevosti
Cortinado y Textiles: Cristina Ferreyra
Carpinteros: T. Rodríguez, J. Caballero
Herrería: J. A. Jara
Cerámica y objetos: R. López, R. Bulffe y C. Solís
Fotografías: S. Halperín
Logística: G. Belloni. F. Fagundez, S. Vallejos, M.Andrade y A. Villalba
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